jueves, 4 de junio de 2015

Eje 4

Actividad 1
Mamíferos Mexicanos en Peligro de Extinción

Introducción
México es reconocido por ser uno de los países más ricos en biodiversidad. Desgraciadamente, muchos de estos animales y plantas que durante siglos han convivido con nosotros se encuentran hoy en grave peligro de extinción. Los seres humanos aún no nos damos cuenta que aprender a convivir con el entorno ecológico es fundamental para la preservación de las especies animales y vegetales en cualquier parte del mundo.
La reducción o destrucción del hábitat natural de México es el principal factor que está poniendo en peligro a más de 2500 especies, de las cuales 41 ya se han extinguido. Esto se debe a que una vez que se destruye el hábitat en el que vive, la especie ya no cuenta con el entorno donde pueda satisfacer todas sus necesidades básicas, que le permiten reproducirse con éxito y así perpetuarse.
Los mamíferos son una clase de vertebrados emparentados con los antiguos reptiles parecidos a mamíferos. Hoy en día, muchas especies se encuentran en peligro y debido a ello la mayoría de mamíferos se extinguirá quizás dentro de unos 100 años. Los que tienen más éxito son los domésticos y los roedores.
Los mamíferos sobrevivieron a 2 extinciones masivas que acabaron con gran parte de las especies del planeta. Su origen fue hace 205 millones de años y su fin será dentro de millones de años más probablemente. Pero, algunos científicos, creen que se extinguirán en una extinción masiva del futuro, pero para ese entonces debido a lo poco exitosos que ahora son la mayoría de los mamíferos, solo habrá pocas o incluso una sola especie.
La extinción de especies forma parte del curso natural de la historia de la Tierra. Sin embargo, durante los últimos cien años el hombre ha acelerado el ritmo de extinción al menos 100 veces respecto al ritmo natural, lo que ha provocado una pérdida neta de biodiversidad. Aproximadamente, un 12% de las especies de aves, un 23% de mamíferos, un 25% de coníferas y un 32% de anfibios está actualmente en peligro de extinción, y es posible que los organismos acuáticos se enfrenten en estos momentos a un peligro de extinción similar.
Desarrollo
En México la caza y la alteración del medio ambiente tienen a muchas especies al borde de su desaparición. Los elementos que constituyen la biósfera, se dividen en inorgánicos, como la luz, el suelo, el agua, y en orgánicos, que a su vez se dividen en flora y fauna. En todo ecosistema los animales tanto vertebrados como invertebrados, constituyen un factor importante. Sus relaciones con los demás integrantes del ecosistema, contribuyen a mantener un equilibrio relativo, cuya estabilidad, posible gracias a complicados mecanismos de retroalimentación en cadena, se altera fácilmente cuando se incide en cualquiera de sus eslabones, por más insignificantes que éstos puedan parecer.
Desde sus orígenes, los animales han estado en competencia para sobrevivir. Además, cambios constantes en el medio ambiente han dado como resultado la desaparición de algunas especies y el florecimiento de otras. Estos procesos evolutivos ocurren de manera lenta a lo largo de millones de años, sin embargo, cuando el hombre llegó a escena, hace relativamente poco tiempo, los delicados eslabones faunísticos que habían tenido larga permanencia en la naturaleza, empezaron a romperse y verse alterados. La extinción de la fauna tiene graves repercusiones en los ecosistemas, sobre todo en lo referente a las cadenas tróficas y alimenticias.
El jaguar (Panthera onca) y el cocodrilo (Crocodylus acutus y C. moreletti), cuyas poblaciones han decrecido debido a la caza de que son objeto para el comercio de sus pieles, el cual, la mayoría de la veces, se realiza en forma ilegal, principalmente en la zona sureste del país. Otra causa de extinción, es la desaparición o perturbación de los hábitats característicos de las especies, debido a desforestación, establecimiento de cultivos agrícolas, asentamientos humanos, etcétera, con la consecuente alteración del equilibrio ecológico. Tal es el caso del pavón (Oreophasis derbianus) en Chiapas, cuyo hábitat, el bosque nublado, se encuentra ya muy reducido. Esto ha ocasionado que sus poblaciones disminuyan en forma alarmante ya que no se adaptan a zonas alteradas.
La contaminación química es, también, causa de daño a la fauna. Los insecticidas aplicados en los cultivos, a la larga entran a las corrientes de ríos y mares, donde son ingeridos por microorganismos que son comidos por peces y otros animales, y éstos, a su vez, devorados por las aves. En cada paso de esta cadena alimenticia, el insecticida se concentra cada vez más. Tales concentraciones en las aves afectadas hacen que produzcan huevos con cáscaras deficientes en calcio, que el paso de las madres rompe durante la incubación. Como consecuencia de este proceso los pelícanos pardos, los cormoranes y otras aves se han extinguido ya en algunos lugares donde antes predominaban. La contaminación por insecticidas ha llegado incluso a la Antártida y el Artico afectando a pinguinos y osos polares.


Todas estas situaciones se han acentuado en el presente siglo debido a la explosión demográfica humana. Cada día es necesario talar bosques y selvas para satisfacer necesidades de alimento y habitación. Por estas razones es importante elaborar un plan nacional de explotación racional de recursos faunísticos. Dicho proyecto debe tener en cuenta una serie de consideraciones sociales, tales como la agricultura que altera zonas naturales y afectas a la fauna.
En México no se cuenta con el número suficiente de especialistas en las diferentes disciplinas ecológicas, y, de otra, que muchas veces se realizan investigaciones siguiendo modelos extranjeros y no según nuestras necesidades. Es urgente entonces la formación de profesionales conscientes de su participación social como científicos. A pesar de que México está considerado como un país "megadiverso", pues posee casi 70 por ciento de la diversidad mundial de especies animales y plantas, hay 49 especies extintas, entre las que se encuentra el lobo mexicano y 475 en peligro de extinción, como el ajolote. De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), otras especies extintas en México son el oso pardo, la paloma de la Isla Socorro y el pez de agua dulce cachorrito potosí. Mientras que el ajolote, el jaguar, la vaquita marina, el manatí, la guacamaya roja, la tortuga caguama y la orquídea, son algunas de las dos mil 600 especies animales y vegetales que están en riesgo de desaparecer, según la norma 059 emitida por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Conclusión
La acción del hombre está provocando cambios fundamentales, y en gran parte irreversibles, en la diversidad de la vida en la Tierra, que en su mayoría suponen una pérdida de biodiversidad. Los cambios en componentes importantes de la diversidad biológica se han producido en los últimos 50 años a una velocidad nunca antes vista en la historia de la humanidad. Las diferentes previsiones y escenarios señalan que este ritmo continuará o aumentará en el futuro.
Creo que si queremos lograr algo grande y de verdad ayudar a los animales, necesitamos comenzar cambiando hábitos en nosotros, en nuestros hogares y en nuestra comunidad. La basura es un gran problema que también afecta a los animales en extinción. El tiempo corre y debemos actuar ya, si queremos evitar la extinción de miles de especies. Conocer qué es lo que está ocurriendo y quiénes se están viendo afectados es uno de los primeros pasos para actuar de forma informada. Actualmente existen diversas organizaciones tanto gubernamentales (semarnat, conabio, etc.) como no gubernamentales (ong: Pronatura, Programa para la Conservación de los Murciélagos Mexicanos, Naturalia, etc.) que desde hace varios años trabajan exitosamente en beneficio de la biodiversidad rescatando de la extinción a algunas especies y a sus hábitats. Pero hay mucho por hacer y ellas necesitan del apoyo de todos nosotros para lograrlo, por lo que con ayuda de las nuevas generaciones y sus familias todos podremos contribuir, primero conociendo lo que estas organizaciones hacen y apoyando uno o varios de los proyectos de conservación que han desarrollado.
Es importante recordar que toda acción cotidiana puede ayudar también a disminuir el daño, por lo que ahorrar energía, agua y otros recursos naturales es de suma importancia y todos lo podemos hacer desde la escuela y nuestras casas.
Es indudable que una prioridad de toda política nacional de biodiversidad es educir al máximo los riesgos de ex­ tinción de especies. Hacer recomendaciones al respecto es mucho más complejo de lo que puede parecer, ya que como hemos visto las causas de extinción varían según el grupo de organismos.

Fuente: Planeta CNN

Baptista, L.F. 2000. Paloma de Socorro, en G. Ceballos y
L. Márquez-Valdelamar (coords.), Las aves de México en
peligro de extinción. Conabio-Instituto de Ecología,
unam-Fondo de Cultura Económica, México, pp. 173-174.
Barry, S., y J. Elith. 2006. Error and uncertainty in habitat
models. Journal of Applied Ecology 43 : 413-423.

Ceballos, G., y P. Rodríguez. 1993. Diversidad y conservación
de los mamíferos de México. II: Patrones de endemicidad,
en R.A. Medellín y G. Ceballos (eds.), Avances en el estudio
de los mamíferos de México. Publicaciones especiales,
vol. 1, Asociación Mexicana de Mastozoología, México,

pp. 87108.

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