Mamíferos Mexicanos en Peligro de
Extinción
Introducción
México es reconocido por ser
uno de los países más ricos en biodiversidad. Desgraciadamente, muchos de estos
animales y plantas que durante siglos han convivido con nosotros se encuentran
hoy en grave peligro de extinción. Los seres humanos aún no nos damos cuenta
que aprender a convivir con el entorno ecológico es fundamental para la
preservación de las especies animales y vegetales en cualquier parte del mundo.
La reducción o destrucción del
hábitat natural de México es el principal factor que está poniendo en peligro a
más de 2500 especies, de las cuales 41 ya se han extinguido. Esto se debe a que
una vez que se destruye el hábitat en el que vive, la especie ya no cuenta con
el entorno donde pueda satisfacer todas sus necesidades básicas, que le
permiten reproducirse con éxito y así perpetuarse.
Los mamíferos son una clase de
vertebrados emparentados con los antiguos reptiles parecidos a mamíferos. Hoy
en día, muchas especies se encuentran en peligro y debido a ello la mayoría de
mamíferos se extinguirá quizás dentro de unos 100 años. Los que tienen más
éxito son los domésticos y los roedores.
Los mamíferos sobrevivieron a
2 extinciones masivas que acabaron con gran parte de las especies del planeta.
Su origen fue hace 205 millones de años y su fin será dentro de millones de
años más probablemente. Pero, algunos científicos, creen que se extinguirán en
una extinción masiva del futuro, pero para ese entonces debido a lo poco
exitosos que ahora son la mayoría de los mamíferos, solo habrá pocas o incluso
una sola especie.
La extinción de especies forma
parte del curso natural de la historia de la Tierra. Sin embargo, durante los
últimos cien años el hombre ha acelerado el ritmo de extinción al menos 100
veces respecto al ritmo natural, lo que ha provocado una pérdida neta de
biodiversidad. Aproximadamente, un 12% de las especies de aves, un 23% de
mamíferos, un 25% de coníferas y un 32% de anfibios está actualmente en peligro
de extinción, y es posible que los organismos acuáticos se enfrenten en estos
momentos a un peligro de extinción similar.
Desarrollo
En México la caza y la
alteración del medio ambiente tienen a muchas especies al borde de su
desaparición. Los elementos que constituyen la biósfera, se dividen en
inorgánicos, como la luz, el suelo, el agua, y en orgánicos, que a su vez se
dividen en flora y fauna. En todo ecosistema los animales tanto vertebrados
como invertebrados, constituyen un factor importante. Sus relaciones con los
demás integrantes del ecosistema, contribuyen a mantener un equilibrio
relativo, cuya estabilidad, posible gracias a complicados mecanismos de
retroalimentación en cadena, se altera fácilmente cuando se incide en
cualquiera de sus eslabones, por más insignificantes que éstos puedan parecer.
Desde sus orígenes, los
animales han estado en competencia para sobrevivir. Además, cambios constantes
en el medio ambiente han dado como resultado la desaparición de algunas
especies y el florecimiento de otras. Estos procesos evolutivos ocurren de
manera lenta a lo largo de millones de años, sin embargo, cuando el hombre
llegó a escena, hace relativamente poco tiempo, los delicados eslabones
faunísticos que habían tenido larga permanencia en la naturaleza, empezaron a
romperse y verse alterados. La extinción de la fauna tiene graves repercusiones
en los ecosistemas, sobre todo en lo referente a las cadenas tróficas y
alimenticias.
El jaguar (Panthera onca) y el
cocodrilo (Crocodylus acutus y C. moreletti), cuyas poblaciones han decrecido
debido a la caza de que son objeto para el comercio de sus pieles, el cual, la
mayoría de la veces, se realiza en forma ilegal, principalmente en la zona
sureste del país. Otra causa de extinción, es la desaparición o perturbación de
los hábitats característicos de las especies, debido a desforestación,
establecimiento de cultivos agrícolas, asentamientos humanos, etcétera, con la
consecuente alteración del equilibrio ecológico. Tal es el caso del pavón
(Oreophasis derbianus) en Chiapas, cuyo hábitat, el bosque nublado, se
encuentra ya muy reducido. Esto ha ocasionado que sus poblaciones disminuyan en
forma alarmante ya que no se adaptan a zonas alteradas.
La contaminación química es,
también, causa de daño a la fauna. Los insecticidas aplicados en los cultivos,
a la larga entran a las corrientes de ríos y mares, donde son ingeridos por
microorganismos que son comidos por peces y otros animales, y éstos, a su vez,
devorados por las aves. En cada paso de esta cadena alimenticia, el insecticida
se concentra cada vez más. Tales concentraciones en las aves afectadas hacen
que produzcan huevos con cáscaras deficientes en calcio, que el paso de las
madres rompe durante la incubación. Como consecuencia de este proceso los
pelícanos pardos, los cormoranes y otras aves se han extinguido ya en algunos
lugares donde antes predominaban. La contaminación por insecticidas ha llegado
incluso a la Antártida y el Artico afectando a pinguinos y osos polares.
Todas estas situaciones se han
acentuado en el presente siglo debido a la explosión demográfica humana. Cada
día es necesario talar bosques y selvas para satisfacer necesidades de alimento
y habitación. Por estas razones es importante elaborar un plan nacional de
explotación racional de recursos faunísticos. Dicho proyecto debe tener en
cuenta una serie de consideraciones sociales, tales como la agricultura que
altera zonas naturales y afectas a la fauna.
En México no se cuenta con el
número suficiente de especialistas en las diferentes disciplinas ecológicas, y,
de otra, que muchas veces se realizan investigaciones siguiendo modelos
extranjeros y no según nuestras necesidades. Es urgente entonces la formación
de profesionales conscientes de su participación social como científicos. A
pesar de que México está considerado como un país "megadiverso", pues
posee casi 70 por ciento de la diversidad mundial de especies animales y
plantas, hay 49 especies extintas, entre las que se encuentra el lobo mexicano
y 475 en peligro de extinción, como el ajolote. De acuerdo con la Comisión
Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), otras
especies extintas en México son el oso pardo, la paloma de la Isla Socorro y el
pez de agua dulce cachorrito potosí. Mientras que el ajolote, el jaguar, la
vaquita marina, el manatí, la guacamaya roja, la tortuga caguama y la orquídea,
son algunas de las dos mil 600 especies animales y vegetales que están en
riesgo de desaparecer, según la norma 059 emitida por la Secretaría del Medio
Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Conclusión
La acción del hombre está
provocando cambios fundamentales, y en gran parte irreversibles, en la
diversidad de la vida en la Tierra, que en su mayoría suponen una pérdida de
biodiversidad. Los cambios en componentes importantes de la diversidad biológica
se han producido en los últimos 50 años a una velocidad nunca antes vista en la
historia de la humanidad. Las diferentes previsiones y escenarios señalan que
este ritmo continuará o aumentará en el futuro.
Creo que si queremos lograr
algo grande y de verdad ayudar a los animales, necesitamos comenzar cambiando
hábitos en nosotros, en nuestros hogares y en nuestra comunidad. La basura es
un gran problema que también afecta a los animales en extinción. El tiempo
corre y debemos actuar ya, si queremos evitar la extinción de miles de
especies. Conocer qué es lo que está ocurriendo y quiénes se están viendo
afectados es uno de los primeros pasos para actuar de forma informada.
Actualmente existen diversas organizaciones tanto gubernamentales (semarnat, conabio,
etc.) como no gubernamentales (ong: Pronatura, Programa para la Conservación de
los Murciélagos Mexicanos, Naturalia, etc.) que desde hace varios años trabajan
exitosamente en beneficio de la biodiversidad rescatando de la extinción a
algunas especies y a sus hábitats. Pero hay mucho por hacer y ellas necesitan
del apoyo de todos nosotros para lograrlo, por lo que con ayuda de las nuevas
generaciones y sus familias todos podremos contribuir, primero conociendo lo
que estas organizaciones hacen y apoyando uno o varios de los proyectos de
conservación que han desarrollado.
Es importante recordar que
toda acción cotidiana puede ayudar también a disminuir el daño, por lo que
ahorrar energía, agua y otros recursos naturales es de suma importancia y todos
lo podemos hacer desde la escuela y nuestras casas.
Es indudable que una prioridad
de toda política nacional de biodiversidad es educir al máximo los riesgos de
ex tinción de especies. Hacer recomendaciones al respecto es mucho más
complejo de lo que puede parecer, ya que como hemos visto las causas de
extinción varían según el grupo de organismos.
Baptista, L.F. 2000. Paloma de
Socorro, en G. Ceballos y
L. Márquez-Valdelamar
(coords.), Las aves de México en
peligro de extinción.
Conabio-Instituto de Ecología,
unam-Fondo de Cultura
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Barry, S., y J. Elith. 2006.
Error and uncertainty in habitat
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Ecology 43 : 413-423.
Ceballos, G., y P. Rodríguez.
1993. Diversidad y conservación
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II: Patrones de endemicidad,
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(eds.), Avances en el estudio
de los mamíferos de México.
Publicaciones especiales,
vol. 1, Asociación Mexicana de
Mastozoología, México,
pp. 87‐108.